Las
vacaciones de verano es uno de esos tiempo anhelados por todos pero que cuando
llega lo hace desprevenido y en él nunca encontramos que hacer. Cuando ese
tiempo planificamos un sin número de eventos y travesías que cuando concretamos
es fabuloso. Particularmente los viajes son mi opción favorita, eso sí cuando
el bolsillo lo permite.
A
veces creo que durante este tiempo, así no tengamos dinero suficiente debemos
hacer el esfuerzo de aventurarse a viajar. Porque será que cuando nos quedamos
en casa y estamos desocupados es cuando más gastas dinero. Gastamos por todo y
mayores cantidades. En lo poco que salimos a divertirnos a si sea al mall que
queda a la vuelta de la esquina, terminamos gastando un montón. Por eso digo,
igualmente vamos a gastar un montón, invirtámoslo en un viaje o en aquello que más
nos gusta.
En
ese mismo orden de ideas si nos quedamos en casa, se trabaja desde casa y para la casa. Empezamos a cambiar de posición
los muebles o a remodelar, a quitar y poner cosas, y generalmente cuando
quitamos cosas sustituimos por otras, nuevas, que compramos con ese dinero que
no nos alcazaba al principio.
También
sucede que en estos tiempos de ocio postergamos como nunca. Como estas
vacaciones suelen ser largas siempre creemos que vamos a tener el tiempo
suficiente para todo, y me incluyo, me encuentro diciendo muy frecuentemente,
hoy no mañana, llega mañana, será la semana que viene y así sucesivamente. Se
termina las vacaciones y nunca lo hiciste. Lo mismo pasa al planificar las
vacaciones siempre las vemos lejanas. Así que esta vez a hacer lo que nos
guste, aunque sea con un esfuercito.
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